martes, 17 de mayo de 2016

Agricultura en el balcón de Maína

Por Elena Milián Salaberri
Cultivar plantas ornamentales, frutas y hortalizas en el reducido
espacio de un balcón, sin dañar su estructura arquitectónica, dejó de
ser privilegio de expertos o de civilizaciones pasadas en la calle
Céspedes, de la localidad de San Cristóbal.
Inevitable resulta volver la vista hacia el tercer piso, a la derecha,
del Edificio # Uno, apartamento seis, donde el matrimonio de Pastor
Ávila y María Nela Martínez ( Maína), parecen tener la fórmula mágica
para hacer proliferar tomates, pepinos, frijoles, rosas y hasta
guayabas, en macetas y canteros hechos con las bases de lámparas
fluorescentes.
En opinión de Pastor, de 59 años de edad y hoy trabajador del
restaurante El Ensueño, la clave está en el amor que se dedique a
cualquier tarea, lo mismo una profesión, oficio que un hobby como este
de la pareja pues siempre cuenta con el apoyo de su esposa.
Maína, jefa del departamento de Prevención, Asistencia y Trabajo
Social, en la dirección municipal de Trabajo, agradece a su cónyuge
haber hecho realidad el sueño de ver rosas rojas en su balcón, mas
confiesa que él superó todas sus expectativas, al convertir el balcón
en un pequeño organopónico, ejemplo del efecto de los
biofertilizantes.
" El congrí del 31 de diciembre lo hicimos con frijoles cultivados
aquí", se ufanan, mientras hoy son motivo de atracción los tomates y
pepinos, uno de más de 30 centímetros, como para convertir el balcón
en un reino vegetal …¡ de altura!

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