martes, 17 de mayo de 2016

Un hospital que va por más

Por Elena Milián Salaberri
El inminente completamiento del ciclo terapéutico de las patologías de
mamas, entre ellas el cáncer, figura entre los logros del Hospital
Comandante Pinares apto para ofrecer 42 especialidades médicas e
inaugurado por Fidel en San Cristóbal, el 17 de marzo de 1982.
De acuerdo con el doctor Carlos Luis Enríquez, director de la
institución también Colectivo Moral, en la primera quincena de abril
entrará en funciones un mamógrafo de última tecnología, lo cual
beneficiará el manejo de todas las enfermedades afines, incluida la
neoplasia, segunda causa de consultas entre las féminas a escala
mundial,precisó.
El hospital, informó, dispone del capital humano especializado, así
como del resto del equipamiento requerido en el servicio de mamografía
pero, sin dudas, la novedad tendrá un impacto favorable para la
atención a la mujer, al evitarle el traslado en busca de la
confirmación del diagnostico.
" La Terapia Celular, extendida ya a seis especialidades, es una
asistencia de élite, exclusiva del Comandante Pinares en el contexto
provincial, cuyos resultados ubican a Artemisa en el segundo lugar
nacional en la práctica de la medicina regenerativa, únicamente
precedida por la capital del país".
Dentro del programa del Banco de Sangre, significó el directivo,
resulta destacable la plasmaféresis, experiencia iniciada en el centro
en 2012, que ya sumó 510 sesiones realizadas el año anterior.
" Consiste en la extracción de la sangre del donante y su
procesamiento de forma que los glóbulos blancos y rojos se separen
del plasma para usarlo en la industria de medicamentos. Las células de
la sangre se le devuelven luego sin el plasma, el cual el organismo
sustituye rápidamente".
Según Enríquez, el proceder no implica riesgos, al realizarle con
todos los requerimientos, acorde al protocolo internacional, en tanto
la selección de los donantes, quienes acuden de manera totalmente
voluntaria, comienza en los consultorios del médico de la familia y es
aprobada por personal altamente especializado en el Banco de Sangre.
Con desafíos crecientes e insatisfacciones, la institución, además
docente, terminó 2015 con una tasa de mortalidad infantil de 2.4 y
cero muertes maternas, mientras asume entre las proyecciones del año
en curso el perfeccionamiento continuo de la calidad hospitalaria,
para lo cual resulta imprescindible la sustitución de ciertos equipos
con más de 30 años de explotación, como la centrífuga del laboratorio
y el ventilador pulmonar para prematuros.

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