martes, 26 de julio de 2016

¡La escuela vendrá a Edikson!

¡La escuela vendrá a Edikson!
Por Elena Milián Salaberri
Es un verano distinto en el Hospital Comandante Pinares; hay ajetreo
escolar: preparativos para comparar los uniformes… que si el color de
la mochila o quiénes vendrán al inicio del curso escolar, a cuál de
las maestras de prescolar regalarle el privilegio de un niño capaz de
dar lecciones de entereza. Estas y otras interrogantes son comunes en
pasillos y salones.
¡Y es que Edikson comenzará la escuela en septiembre! Sí, es Edikson
González Paneque, ese que de sus cuatro años y siete meses de edad, ha
pasado 860 días en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP)
del centro asistencial sancristobalense, donde ya es legendario por su
gozo de vivir intensamente y feliz, en sus circunstancias.
Por tanto, para Noelia Povea Gómez, jefa del departamento de Trabajo
Social en el centro, no existe tarea de mayor envergadura que
organizar el inicio del curso con la inclusión del niño, aquejado de
osteogénesis imperfecta (huesos de cristal) que, al asociarse a
hipertensión pulmonar, requiere de traqueostomía y ventilación,
razones para su permanencia hospitalizado.
Ella y el personal médico de la UCIP, valoran de positivo el hecho de
contar disímiles escuelas en los alrededores del hospital y hasta
planean traer el día de inicio del período lectivo a niños y personal
docente para encontrarse con Edikson desde su sillón móvil; las
frecuencias de clases aún quedan por oficializarse mediante
precisiones con la Dirección Municipal de Educación.
Insoslayable la pasión de la madre, Yadira Paneque, vigía casi
permanente del pequeño, enamorada hoy del sueño tangible de acicalarlo
para la ocasión, en una muestra más de la lucha por una vida plena
para él, aun cuando la única opción para devolverlo a su hogar con la
ventilación mecánica imprescindible para su supervivencia, sería
disponer de un ventilador mecánico Carina Home, costoso y de difícil
adquisición dado el panorama económico del país.
La osteogénesis imperfecta u osteogenia se reporta en el mundo con
frecuencia de uno en 15 000 nacidos vivos a uno en 20 000, según
páginas digitales especializadas. Padecerla no hace "raro" al pequeño
bahiahondense, más bien lo convierte en símbolo e invita a todos a
replantearnos la existencia con la llamada " buena vibra".
De eso se trata; por tanto Edikson mueve muchos corazones y aglutina
una vez más la capacidad solidaria de los cubanos en pos de la
alegría. Quien lo dude, ¡por favor, visítelo!, de seguro la lección
saldrá del niño, de un futuro alumno que ya tiene muchas cosas por
enseñar a la humanidad.
Se me antojan para él un lápiz musical- porque es bailador desde su
cama-; una libreta de mariposas para que aprendan su vuelo; el Himno
Nacional cantado por el mejor de los coros; el Martí, invisible e
invencible de la mano de los maestros; en fin un desfile de letras con
la palabra AMOR.
Gracias, Edikson.

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