Martes contigo
Este no es el mejor de los martes para compartir contigo; pero lo prometido es deuda y mi sangre latina aspira reivindicar toda una historia tejida por " otras sangres" que no hallan el encanto de la ensoñación nuestra, o sienten celso de un placer casi epicúreo de la latinidad que no ha impedido majestades en las más disímiles disciplinas y aristas de la vida.
De tal modo, hoy incio mi sección en el blog, ya poco publicitado. de ahora en lo adelante, les invito a departir y para empezar les confieso que echo de menos a mi hijo David, percisamente, el martes próximo les reseñaré cómo en mi pueblo me conocen más por el apelativo de "Mamá de DAVID" que por mi nombre o profesión, aún cuando aquí somos escasas las periodistas: es un poblado no tan extenso, tampoco minúsculo, mas indudablemente te nombran por las cosas más descollantes y, mi hijo es mi obra de arte.
Pronto les cuento más de una cubana sencilla. Eso sí, el intimismo del "diálogo" será los martes, el resto de los días les haré llegar otras novedades- digamos- de una tierra verde con la aspiración de saber amar.
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