martes, 2 de junio de 2015

Martí yacente, monumento natural

 

  A la década de los años 70 del siglo pasado se remonta la primera referencia al Martí yacente, especie de monumento natural que eterniza en el relieve pinareño al perfil del Héroe Nacional de Cuba.

   De acuerdo con documentos históricos, la figura está compuesta por cuatro cumbres ubicadas en la zona de Sierra Guasasa, en Viñales, a una altura que oscila entre los 350 y los 440 metros sobre el nivel del mar, y solo puede ser apreciada desde la distancia y en un único sitio.

   Allí, las elevaciones se alinean de tal manera que parecen dibujar la frente, la nariz, el bigote y la barbilla de José Martí, y para mayor simbolismo, en alusión a uno de sus poemas, la imagen del Maestro aparece de cara al sol.

   Martí yacente ha sido bautizado por su incuestionable similitud con el contorno del rostro del autor de La Edad de Oro y, si bien no hay una sola señal que indique su ubicación, la mayoría de los pinareños ha aprendido a divisarlo desde el único punto posible. 

   Se trata de la cima de una elevación situada en la carretera que enlaza a la comunidad de El Moncada con el poblado de Viñales.

   Su hallazgo se adjudica a un investigador del Instituto Nacional de Geografía durante una excursión por la zona, y no es la primera formación rocosa de Viñales que el hombre asocia a alguna imagen conocida.

   Publicaciones de prensa local indican que el poeta y dramaturgo español Federico García Lorca, tras contemplar los mogotes del valle desde el mirador de Los Jazmines, los comparó con una manada de elefantes dormidos.

   De la misma manera, la voz popular ha ido nombrando otros fragmentos del paisaje, de acuerdo a su apariencia, como el mogote de la Esfinge.

   Ninguno de ellos, sin embargo, alcanza la relevancia de la formación que evoca al fundador del Partido Revolucionario Cubano en la época colonial, al artífice de la guerra necesaria, contra la metrópoli española.

   Precisamente en esa zona serrana, nació tras el triunfo revolucionario la primera milicia campesina del país; al parecer desde su lecho de rocas el también imprescindible nombre de las letras cubanas, inspira el patriotismo de los lugareños.

   Este monumento se inscribe dentro de la belleza paisajística del intramontano valle de Viñales, Paisaje Cultural de la Humanidad, con mogotes o montañas de cimas redondeadas, muy antiguas, y solo visibles en esa porción de esta  isla antillana y en ciertos lugares de Asia.

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