jueves, 11 de febrero de 2016

Pelícano Blanco se resguarda en nuestros humedales

Por Elena Milián Salaberri

Por tratarse de un ave marina rara en Cuba, resulta de marcado interés
científico el avistamiento de una colonia de Pelícano Blanco Americano
con hábitos de refugio en humedales de la sureña localidad de San
Cristóbal y el vecino municipio pinareño de Los Palacios.
Entre los meses de octubre y marzo estos ejemplares, de buen
tamaño, se instalan y hallan fuentes de nutrición en los arrozales,
embalses de agua y áreas de bosques típicos de las riberas, según
describen pescadores deportivos, entre ellos Pablo Rodríguez ,
información confirmada por biólogos de la Universidad de La Habana, en
un libro publicado acerca de las costas del occidente cubano.
En el caso de los reportes para San Cristóbal, el avistamiento se
ubica en la playa Come gatos los doctores Lourdes Mujica y Dennis
Denis, entre otros expertos ubican el avistamiento en la Laguna de
Maspotón, parte de esos ecosistemas costeros del sur de Pinar, entre
los más significativos del país.
Catalogados de escasos también en Puerto Rico, así como de errantes
en el resto del Caribe Insular durante el invierno, estos pájaros se
observan mejor en horas de la mañana cuando desarrollan sus
actividades alimenticias y realizan vuelos en los alrededores del
sitio, hasta adentrarse en los manglares y sistemas lacustres.
Anteriormente, la Mayor de las Antillas sólo registró su presencia
en 1838 y en los años 40, 54, 89 y 97 del siglo pasado, mientras desde
el 2004 la comunidad científica nacional ha reportado hasta 400
individuos.
Los Pelícanos Blancos, con plumaje de ese color, negro en la punta
de las alas y pico amarillo, son famosos por la bolsa cutánea bajo su
mandíbula inferior, especie de red que sirve a las distintas especies
de estos animales para pescar o guardar sus alimentos.

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