viernes, 6 de marzo de 2015

Para que las orquídeas no falten


Por Elena Milián Salaberri

La frecuente depredación de ciertas especies de orquídeas de su hábitat,  para comercializarlas dada su belleza, propicia de forma sostenida trabajos de común acuerdo entre botánicos y comunidades montañosas artemiseñas.

Con cuantiosos reportes de las llamadas "aristócratas de las flores", especialmente en el área catalogada reserva de la biosfera,  la Sierra del Rosario destaca en su preservación; sin embargo, estudios advierten del peligro futuro de mermas y supervivencia  de algunos ejemplares en la zona de transición, fuera de área conservacionista.

  Tras monitoreos reportados en informes del Orquideario Soroa, fueron catalogadas de atractivas y proclives a sobrecolectas- según su denominación popular-, las conocidas por Flor Araña, la Chocolate, la Negra, Dos Hermanas y La Monja; mientras clasificaron como cuasi  atractivas la Orquídea del Café y la Lengua de Suegra, reportan académicos.

   De las entrevistas directas a campesinos derivó una campaña integradora de conteos in situ, toma de vídeos instructivos y capacitación, a fin de evitar el comercio ilícito de las especies confirmadas como las más cotizadas, afirman lugareños.

    Este proyecto, sostenido  hace varios años,  aúna esfuerzos de académicos del orquideario , pobladores de la zona, escuelas primarias, el Campismo La Caridad y la Villa Soroa, famosa por el Salto de Agua del río Manantiales.

   Entre los resultados del programa destacan la vigilancia florística y el cultivo y devolución de los ejemplares a su hábitat natural.

   Con unas 30 mil especies en el planeta, sin contar los híbridos, este grupo botánico es de gran significación en la flora cubana .

 

 

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